Marquinhos, ese crack que se las juega todas en la defensa, es uno de esos futbolistas que ha dejado su huella en el fútbol mundial por su compromiso y liderazgo en el campo. De nombre completo Marcos Aoás Corrêa, nació el 14 de mayo de 1994 en São Paulo, Brasil, un país donde el fútbol se respira como aire y se vive con pasión. Desde muy joven, Marquinhos mostró una habilidad natural para el deporte, y no pasó mucho tiempo antes de que empezara a entrenar en las canchas brasileñas, perfeccionando su talento.

Comienzos de un Soñador en Brasil

Desde chiquito, el chama agarraba cualquier balón que se le cruzara por el frente y lo pateaba. Sus padres lo vieron desde temprana edad que el niño tenía algo especial con el balón, así que decidieron inscribirlo en una escuela de fútbol. En esos primeros años, Marquinhos pasó por varias pruebas, enfrentándose a niños más grandes, lo que fue formándolo en carácter. Se unió al Corinthians, donde mostró su potencial desde el inicio. Como central, se encargó de resguardar la portería y con su técnica y visión del juego, pronto atrajo la atención de varios clubes.

Apenas siendo un carajito de 18 años, Marquinhos ya estaba debutando con el equipo principal del Corinthians. Jugó como defensa central y mostró una calma que dejaba loco a cualquiera. El chama se paraba firme y no dejaba que nadie le pasara. Ese fue el inicio de su reputación como líder en la defensa.

Salto a Europa y Éxito en la Roma

La cosa es que el talento de Marquinhos no se iba a quedar solo en Brasil. En 2012, la Roma lo fichó y lo llevó a Italia, dándole la oportunidad de entrar al fútbol europeo. Ahí fue donde su nombre empezó a hacerse eco en Europa. En ese país de pasta y fútbol, el brasileño se adaptó rápido y mostró su valía. A pesar de su juventud, se ganó el respeto de sus compañeros y entrenadores.

Era increíble cómo un chamo de apenas 18 años podía pararse en la Serie A y defender con una madurez poco común. Con el club romano, Marquinhos fue clave en varias victorias importantes y demostró que estaba listo para grandes cosas. En Roma, ya se perfilaba como un defensor que combinaba técnica y agresividad en el momento justo, no dejando que ningún delantero lo pasara sin darle batalla.

PSG y la Consagración de un Capitán

En 2013, Marquinhos dio el gran salto al París Saint-Germain (PSG), donde comenzaría a escribir su historia como uno de los defensas más sólidos y confiables de Europa. Llegó al PSG junto a Thiago Silva, su compatriota y mentor en la cancha. Juntos formaron una dupla de centrales que le dio al equipo parisino una estabilidad defensiva impresionante. Aunque empezó como aprendiz de Thiago, Marquinhos pronto se convirtió en su sucesor natural, tanto en técnica como en liderazgo.

Con los parisinos, Marquinhos vivió de todo: triunfos en la Ligue 1, la gloria en copas locales y, aunque la tan ansiada Champions League se les resistía, siempre fue un referente dentro y fuera de la cancha. A pesar de que el PSG ha tenido plantillas repletas de estrellas, como Neymar, Mbappé y Di María, Marquinhos se ha ganado su espacio en el equipo gracias a su constancia y dedicación. No era raro verlo jugar como defensa central o incluso como mediocampista defensivo, demostrando su versatilidad en cada partido.

Momentos Claves y Reconocimientos

Lo que hace a Marquinhos especial es que, aparte de ser una muralla en la defensa, es un líder nato. En el PSG se convirtió en capitán y se le ve constantemente alentando a sus compañeros y tomando decisiones importantes en el campo. En 2020, durante la campaña de la Champions League que llevó al PSG hasta la final, Marquinhos fue fundamental en cada ronda eliminatoria. Su gol contra el Atalanta en los últimos minutos de los cuartos de final fue un momento memorable. Ese gol le dio al PSG el pase a la semifinal, y Marquinhos lo celebró como si fuera el último partido de su vida, porque sabía lo que significaba para el club y para él.

Los hinchas y críticos del fútbol lo reconocen como uno de los mejores defensas centrales de su generación. Tiene un equilibrio perfecto entre fuerza, técnica y rapidez, cualidades que lo hacen imbatible. Además, tiene una gran capacidad de anticipación, lo que le permite leer el juego y cortar las jugadas del equipo contrario antes de que lleguen a ser peligrosas.

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El Marquinhos Humano: Más Allá de la Cancha

A pesar de ser un gigante en el campo, Marquinhos mantiene una humildad que le ha ganado el respeto de compañeros y fanáticos. Es un tipo sencillo, que siempre habla con respeto y reconoce el trabajo de sus compañeros y entrenadores. Fuera del campo, es un hombre de familia; constantemente comparte en sus redes sociales fotos y momentos con su esposa y sus hijos, mostrando el lado más personal de su vida.

Los seguidores del PSG y de la selección brasileña ven en Marquinhos a un ejemplo de disciplina y humildad. Aunque no se le vea mucho en titulares de revistas, es conocido por su dedicación y compromiso.