Fabio Henrique Tavares, mejor conocido como Fabinho, es un futbolista brasileño nacido el 23 de octubre de 1993 en Campinas, una ciudad en el estado de São Paulo, Brasil. Desde muchachito, Fabinho mostró un talento especial para la pelota, y no pasó mucho antes de que su potencial comenzara a llamar la atención de varios clubes en Brasil. Su historia es la de un chamito humilde que, con determinación y disciplina, fue labrando su propio camino hasta convertirse en una pieza clave en el mediocampo de equipos élite.
Primeros Pasos en el Fútbol
Fabinho comenzó en las divisiones menores del Paulínia Futebol Clube, un equipo modesto de su zona. De ahí se fue puliendo hasta que lo fichó Fluminense, uno de los equipos grandes de Río. Fue en el Flu donde comenzó a despertar las miradas de quienes andan cazando talentos. A pesar de que no tuvo muchas oportunidades en el primer equipo, su estadía en el club le sirvió para ganar experiencia y reforzar sus habilidades.
En esos días, Fabinho jugaba principalmente como lateral derecho, un rol que con el tiempo iba a cambiar a mediocampista defensivo. Desde esa posición, empezó a mostrar esa agudeza para anticiparse y cortar jugadas que hoy en día lo hacen famoso. Con apenas 19 años, Fabinho ya daba señales de ser un chamo decidido a todo por abrirse camino.
El Salto a Europa: Llegada al Real Madrid
Con una mezcla de suerte y talento, en el 2012 Fabinho tuvo la oportunidad de irse a Europa y formar parte del Real Madrid Castilla, el equipo filial del Real Madrid. Aunque no jugó mucho tiempo con el equipo grande, Fabinho tuvo la oportunidad de debutar en La Liga en un partido contra el Málaga, donde dejó buena impresión.
Aún así, su paso por el Real Madrid fue más una etapa de aprendizaje y adaptación al fútbol europeo. No sería allí donde consolidaría su carrera, pero le permitió adquirir experiencia y fortalecer su mentalidad, algo que le serviría para lo que venía. Europa era una vitrina, y Fabinho estaba listo para aprovecharla.
Consagración en Mónaco
Tras su breve paso por el Real Madrid, Fabinho se trasladó a Francia, fichando por el AS Mónaco en el 2013. Ahí fue donde verdaderamente comenzó a hacer nombre. Primero empezó jugando como lateral derecho, pero fue en el mediocampo donde se consagró. Bajo la dirección de entrenadores que supieron aprovechar su capacidad defensiva, Fabinho se convirtió en un mediocampista de contención con un estilo de juego sólido, rápido y muy difícil de pasar.
En el 2016-2017, Fabinho fue parte fundamental de ese Mónaco que sorprendió a todos llevándose el título de la Ligue 1, y llegando hasta las semifinales de la Liga de Campeones. Era un equipo de jóvenes talentos, como Mbappé y Bernardo Silva, y Fabinho fue pieza clave en ese engranaje. Ahí fue donde se terminó de consagrar como uno de los mediocampistas defensivos más confiables de Europa, con esa garra y esa inteligencia táctica que lo caracterizan.
Llegada a Liverpool: El Pilar del Mediocampo
En el 2018, Fabinho fue fichado por el Liverpool de Inglaterra, dirigido por el alemán Jürgen Klopp. Desde su llegada a Anfield, Fabinho se convirtió en el hombre que da equilibrio al equipo. No solo se destacó por su capacidad de recuperación, sino también por su visión de juego y sus pases precisos que sirven para armar jugadas de ataque.
Con Liverpool, Fabinho ha ganado varios títulos, entre ellos la Premier League en 2020 y la tan anhelada Liga de Campeones en 2019. En el mediocampo de los Reds, Fabinho ha demostrado ser ese tipo de jugador que hace el trabajo «sucio» de cortar jugadas y dar seguridad, pero también es quien conecta la defensa con el ataque, dándole fluidez al juego del equipo. Es por eso que muchos lo consideran uno de los mejores mediocampistas de su generación.
También tenemos en nuestro sitio web mas artículos sobre biografías de otros futbolistas, Biografía de Luis Díaz: Ascenso Estelar
El Hombre Fuera de la Cancha
Fuera del campo, Fabinho es un tipo tranquilo y familiar. Siempre ha mantenido un perfil bajo, sin meterse en muchos alborotos. Casado con Rebeca Tavares, a quien conoció durante su paso por Mónaco, Fabinho tiene una vida hogareña sencilla, enfocada en su carrera y en su familia. Lejos de las cámaras y los reflectores, es un hombre humilde, fiel a sus raíces y con los pies en la tierra.